viernes, 25 de mayo de 2007

Donar es dar vida (que nos entre en la cabeza)


Siguen esperando. Ahí están, con sus familias, amigos, enfermeras y médicos como únicos escudos. Les sobra paciencia pero les faltan soluciones concretas. Son los que nadie quiere ver. Pero ahí están. Y esperan una ayuda que, en muchos casos, les salve la vida.
En Argentina hay 5385 personas que esperan un transplante de órgano. La ley del donante presunto ayudó a que la gente tome conciencia. Pero todavía quedan pasos por dar. ¿Qué más hay que hacer?
Hugo Gálvez, de 48 años, es Médico Pediatra y Nefrólogo Infantil. Se desempeña en el Policlínico Bancario y desde marzo de 2005 es Jefe de Nefrología Infantil y Trasplante renal pediátrico de la Fundación Favaloro.

Hugo, ¿cuáles son los máximos inconvenientes a la hora de realizar un trasplante?
El mayor problema continua siendo el del escaso número de donantes. Si bien en los últimos años se ha incrementado, aún los tiempos en lista de espera son prolongados. Otros inconvenientes que surgen son de carácter administrativo y/o socio-económico. Por ejemplo, en muchas ocasiones obtener las autorizaciones de las distintas obras sociales o del Estado, si el paciente no cuenta con una, lleva bastante tiempo y papeleo. Además, el receptor del órgano debe poder contar con determinadas condiciones básicas de infraestructura en el hogar, que no siempre se cuentan. En esos casos el servicio social de las distintas instituciones de trasplantes evalúa y supervisa esos temas y se ocupa de que esas condiciones se cumplan (agua corriente, baño completo, pisos, paredes y techo de material).

¿Piensa que ese miedo a que se trafiquen los órganos sigue en la cabeza de mucha gente y que influye a la hora de donar o dar el consentimiento?
Afortunadamente, ese temor es cada vez menor pero forma parte de las tantas leyendas urbanas que circulan sobre temas médicos entre la gente. Pero al ser explicados claramente, se disipan esas dudas.

¿A qué se debe ese pensamiento sobre el tráfico?
Creo que lo que mantiene vivo ese temor es el desconocimiento por parte de la gente de los mecanismos vigentes para evitar que eso suceda y de la complejidad técnica necesaria para, no sólo realizar un transplante, sino para su posterior control y seguimiento, que son irrealizables por fuera de organismos legalmente habilitados.


“Hoy es por Belén, mañana puede ser por vos”. La frase encabezaba marchas por esa chica de 19 años del barrio de Belgrano. Sufría de fibrosis quística, una enfermedad congénita que afecta a uno de cada 2500 chicos. Es por eso que necesitaba un transplante bipulmonar y estaba internada en terapia intensiva en la Fundación Favaloro.
María Belén Sabella llegó a estar en la lista de emergencia nacional del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante). Sus amigos y familiares realizaron numerosas marchas por el barrio y por la Ciudad entera. Con afiches, volantes y megáfono incluido, se pasearon con caravanas de autos. Una enorme bandera con 5 mil manos pintadas representaba la cantidad de personas en el mismo lugar que ella. ¿El fin? Generar conciencia. Que nadie más muera por la falta de un órgano.
María Belén falleció el 15 de diciembre de 2002. Estaba internada en la Fundación desde el 19 de octubre. Había cumplido años tan sólo 3 días antes. El mejor regalo que le podía hacer la sociedad era salvarla. Pero le dieron la espalda.
“Murió por la indiferencia de una sociedad que no hizo nada por ella”. Las palabras fueron de María Inés Cinco, tía de la joven. Y tenía razón.
Este caso, para algunos, había quedado en el olvido. A partir de ese momento, sus familiares y amigos ya planteaban la aprobación de la ley del donante presunto, hoy hecha realidad. Gracias a ellos, por luchar por todos.


¿En cuánto ayudó la ley del donante presunto?
Esa ley da como supuesta la voluntad de donación altruista de todos nosotros y faculta entonces a los organismos pertinentes a disponer de los órganos del fallecido mayor de 18 años para trasplante si y sólo si éste dejó en vida expresa constancia sobre su voluntad de donación. Existen algunas contradicciones en el texto de la ley que hacen que se continúe solicitando autorización a la familia del fallecido. Que debe, en un momento de profundo dolor, tomar una decisión trascendente.

Ley 26.066:
Artículo 5º: Incorpórese a la ley 24.193, como artículo 19 bis el siguiente:

Artículo 19 bis: La ablación podrá efectuarse respecto de toda persona mayor de DIECIOCHO (18) años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos, la que será respetada cualquiera sea la forma en la que se hubiere manifestado.
Artículo 8º: Sustitúyese el artículo 21 de la ley 24.193, el que quedará redactado de la siguiente forma:
Artículo 21: En caso de muerte natural, y no existiendo manifestación expresa del difunto, deberá requerirse de las siguientes personas, en el orden en que se las enumera, siempre que estuviesen en pleno uso de sus facultades mentales, testimonio sobre la última voluntad del causante, respecto a la ablación de sus órganos y/o a la facultad de la misma.

“Como verás, primero deberíamos legislar coherentemente y luego poner verdadero énfasis en campañas de apoyo a la donación que aclaren dudas, despejen temores y creen verdadera conciencia de este tema (el verdadero altruismo se ejerce, no se reclama). Además, se debería sancionar a aquellos empleados -de las entidades donde se tramitan documentos de identidad- que no interroguen a la gente que renueva sus documentos sobre si desean donar o no, tal como indica la ley. Y así hacerlo constar en el DNI, pasaporte o cédula”, reclama y argumenta Hugo Gálvez.

¿Cuál es la mayor virtud y la mayor falencia en el actual sistema?
La mayor virtud radica en que facilita el acceso a los trasplantes a cualquier persona y que el Estado es quien financia 100 por ciento las erogaciones resultantes del proceso, garantizando la continuidad del programa a nivel nacional. Las falencias derivan de la falta real de campañas de difusión y una actitud más comprometida de los estamentos intermedios responsables de que la ley vigente se cumpla a carta cabal.


Incucai: 4788 – 8300
Fundación Favaloro: 4378 – 1200 / 1300

martes, 15 de mayo de 2007

Lo que dejó el fin de semana de fútbol

Lo mejor:

La banda que llevó Almirante Brown a Rosario. Fueron 8 mil los que fueron hasta la cancha de Central Córdoba para ver al equipo de Isidro Casanova salir campeón del Clausura de Primera B.

La vuelta de Ariel Ortega como titular en River. No defraudó, a pesar de no estar al 100 por 100.

El gol que le hizo Carlos Tevez al campeón Manchester United en el Old Trafford, para salvar al West Ham del descenso.

Lo peor:

Los tablones de madera que se rompieron en la tribuna que ocupaba Almirante Brown. Un pibe de 18 años cayó al vacío -junto a varios más- y tuvo traumatismo de cráneo y pérdida de conocimiento. Seguía internado, estable y fuera de peligro.

La producción futbolística de Racing en Rosario. Había mucha expectativa pero el equipo defraudó y no pudo terminar de confirmar la remontada.

Gimnasia – Chicago. Otro partido a puertas cerradas. Eso no es fútbol. Y mucha más injusta fue la medida para los hinchas del club de Mataderos, que nada tuvieron que ver con los incidentes entre los hinchas del Lobo y la policía, después del clásico platense.

sábado, 12 de mayo de 2007

Blues Motel, vino tinto y mucho glamour

Un show distinto. Blues Motel se presentó el sábado 28 de abril en el coqueto boliche Rumi del barrio de Belgrano, en lo que fue un recital atípico.
La gente empezó a juntarse en Figueroa Alcorta y Pampa a eso de las doce de la noche y, en poco más d
e media hora, la fila era de casi una cuadra. Las puertas se abrieron 1:30 y los seguidores de Bluesmo, quienes entraron gratis por iniciativa de la propia banda, se mezclaron con aquellos que ya estaban adentro del boliche cenando con champagne. Se juntaron las zapatillas de lona y los sweters marrones de rombos con las camisas y sacos.
Dame magia dio pie a una noche impecable de principio a fin. Le siguieron Mira como estás y Tren y canción, el notable tema del disco acústico En la casa de piedra, compuesto con una brillante armónica de Gaba Díaz, la voz del grupo. La banda se soltaba a pesar de que el escenario era chico y no daba lugar a los habituales bailes del cantante.
La lista siguió con Voy subiendo, It’s all over now –de los Rolling Stones- y Arde. A esa altura, el público también estaba encendido. Y ya varias miradas de los sillones de uno de los costados se desviaban de los platos para enfocar hacia esos bichos raros del frente.
“Te escucho hablar en mi silencio. Ya no te puedo mirar. Te siento cerca cuando duermo. Cuando despierto ya no estás (. . .) ¿No ves que no es vida? (. . .) Dejame en este camino. Ya no quiero seguir más . . .” La letra de No me puedo quedar fue muy festejada. El contagioso Esperando morder había dejado el clima perfecto para el tema de Mientras las guitarras suenen, segundo disco de este notable Blues Motel, que una vez más dejaba en claro su soberbio presente y la sintonía con sus seguidores, que aplaudían cada acorde, todavía sintiéndose un poco visitantes en ese elegante boliche.
El último tramo estuvo dedicado de lleno a los clásicos de la banda de Tigre, entre los que se mezcló Está bien, de Desde el árbol, último de los 3 trabajos que el grupo puso en la calle el año pasado. Pasaron Brujos, Hojas vacías, Es hora de volverlo a hacer, Ángel. Pero la rareza estuvo cuando, con el final del tema Blues Motel, ícono y uno de los himnos, Gaba Díaz enganchó una voz grave para innovar con L.A. Woman, de Jim Morrison. Gran cover. Gran acierto que entonó con el ambiente.
Se extrañan y se recuerdan con nostalgia shows como los del Condado, en 2005, o el último en el ND Ateneo con el regreso de Andrés Casasco en segunda guitarra. No están muy atrás en el tiempo y se sabe de las complicaciones para darle lo mejor al público en un lugar seguro y con una entrada al alcance de todos.
Pero Blues Motel hace de local en todos lados gracias a su música. Y lo demostró –a pesar de que no hacía falta- en Rumi. En fin, algo de ruido para callar las penas . . .

No easy way out _ Robert Tepper

We're not indestructible, baby better get that straight
I think it's unbelievable how you give into the hands of fate.
Some things are worth fighting for, some feelings never die
I'm not asking for another chance I just wanna know why.
There's no easy way out there's no shortcut.
There's no easy way out giving in can't be wrong.

I don't wanna pasify you I don't wanna drag you down
but I'm feeling like a prisoner like a stranger in a no named town.
I see all the angry faces afraid that could be you and me
talking about what might have been I'm thinking about what I used to be.
There's no easy way out there's no shortcut home
there's no easy way out giving in can't be wrong

Baby, baby we can shed this skin we can know how we feel inside.
Instead of going down and endless road not knowing if we're dead or alive.
Some things are worth fighting for some feelings never die
I'm not asking for another chance I just wanna know why.
There‘s no easy way out there's no shortcut home
there's no easy way out giving in giving in can't be wrong no.
There's no easy way out there's no shortcut home.
There's no easy no easy no easy way out.

-"La hija del fletero" pero en inglés: todas las frases . . . -

viernes, 4 de mayo de 2007

Agradecemos a:

La gente que le deja su lugar en el colectivo a una señora mayor.
Los porteros que ayudan a las mamás a subir los cochecitos de bebé por las escaleras.
La jubilada que contribuye los últimos 10 centavos para subir al colectivo.
Aquellos que ayudan a cruzar a un no vidente.
Los que le dan la prioridad de paso al peatón.
Los que están apurados pero se toman su tiempo.
Los que te indican una calle cuando estás perdido.
Quienes encuentran plata y la devuelven.
Quienes encuentran plata, la devuelven y no esperan recompensa a cambio.
Quienes encuentran plata, la devuelven, no esperan recompensa a cambio y la rechazan en caso de ser ofrecida.
Los que tocan la guitarra en medios de transporte.
Los que te escuchan cuando estás mal.
Quienes te abrazan cuando llorás.
Quienes te abrazan cuando reís.
Quienes te acompañan cuando estás en silencio.
Quienes estarán a tu lado siempre.
Quienes te quieren en las buenas y en las malas, mucho más.


. . . y a todos los que día a día actúan, desinteresadamente, para ayudar a quienes no conocen.
-Si se te ocurre alguno más, dejálo en la parte de comentarios.-

Nos cansamos de:

Las demoras en horas pico en la línea D de subte.
Los cambios de horario en televisión que perjudican siempre al espectador.
Las campañas electorales superficiales, donde no se hace otra cosa que agredir al rival.
Las “noticias” que sirven para tapar otras noticias.
Los autos y colectivos que pasan los semáforos en rojo.
Las caóticas vueltas a casa por milímetros de lluvia que caen en la Ciudad.
Los programas de televisión que ocupan el espacio que se merecen los periodísticos o de ficción.
Los debates sobre Gran Hermano en las mesas de café.
Las baldosas y plazas rotas por obras, a días de las elecciones.
Los arrebatos en Plaza Constitución.
La discriminación a los porteños en el interior del país.
La discriminación de los porteños hacia los del interior del país.
Los motoqueros que no usan casco.
Los cuentos del tío.
Las golpizas a ancianos en La Plata.
La injusticia de la Justicia.

. . . y de que el mundo gire alrededor de Internet. Salgamos a la calle.
-Si se te ocurre alguno más, dejálo en la parte de comentarios.-

jueves, 3 de mayo de 2007

Justicia para pocos


El fútbol argentino está pasando un momento triste y lamentable. Hace mucho. Y los problemas son tantos que no alcanzan ni 20 notas para sintetizarlos. Aunque vale hacer memoria con algunos ejemplos. Ya sea del presente como del (no tan) pasado.
La misma historia de siempre. Parece que es muy fácil suspender las canchas de Talleres de Remedios de Escalada, Midland, San Telmo y Deportivo Morón –por poner sólo algunos ejemplos-. Pero es muy difícil cuando el estadio es el de Boca . . .
Ni una piedra, ni un encendedor, ni una bengala. En La Bombonera apuñalaron en un superclásico al presidente de las filiales del interior del país de River, Gustavo Lavezzari. El diario Olé publicó una foto donde se lo ve en la tercera bandeja con el jean ensangrentado a la altura de la pierna. Pero esto no fue prueba suficiente para clausurar el estadio: una tomada más de pelo para todo el fútbol argentino, sobre todo para el tan castigado Ascenso.
Todo tiene que ver con todo. Capital Federal, Provincia de Buenos Aires: más de lo mismo. Mientras a Javier Castrilli sólo le interesa que Ezequiel Lavezzi no festeje un gol simulando un disparo a un policía, la Federal mata a Fernando Blanco en junio de 2005, un sábado a plena luz del día en Parque Patricios. Fue después de un partido desempate, que nunca se tendría que haber disputado, entre Chacarita y Defensores de Belgrano. ¿Por qué? Porque Gallina se tendría que haber acordado entonces del famoso artículo 80, cuando días atrás la hinchada de Chacarita invadió el campo de juego, suspendió la transmisión en vivo de TyC Sports, golpeó a los jugadores propios y a los de la CAI (rival de turno), y con navajas les robó la ropa. Uno de los máximos bochornos que se recuerden en este fútbol. Cabe recordar que, de haber sufrido una mínima sanción, el Funebrero hubiera descendido a la Primera B.
Pero el equipo de San Martín no sufrió quita de puntos y llegó con una impunidad nunca vista a jugar esa final contra Defensores en cancha de Huracán. Impunidad que terminó con la vida de Fernando, hincha de Defe de 17 años. Porque todo tiene que ver con todo. Una sucesión de hechos tan irregulares como sospechosos pueden terminar en una muerte o en un asesinato. Y está a la vista de todos. Cámara Testigo mostró cómo se lo llevan detenido y de los pelos a Blanco, quien falleció el 27 de junio, dos días después de la golpiza. ¿Dónde estaba Castrilli en ese entonces? Ni señales.
¿Buen desempeño? Esas son las palabras de Gallina con respecto a la labor del Coprosede estos últimos años. Un verdadero insulto para la familia de Mauricio Daniel Suárez, hincha de Estudiantes de Caseros, asesinado el 16 de octubre de 2005 por una bala del comisario Juan Carlos Furnus, a cargo del operativo de seguridad en la cancha de Almagro ese día.
El tema del Estadio Ciudad de la Plata (monumento a la corrupción) es bastante largo. Sólo alcanza con decir que la maqueta venía con un techo . . .

martes, 1 de mayo de 2007

Basta de tragedias

¿No están cansados de escuchar siempre lo mismo? Una picada, un asesinato, un suicidio, un avión que se cae, un auto que pasa con la barrera baja y es atropellado por un tren . . . Y tantos ejemplos más. Todas denominadas “tragedias”.
Esa palabra deja todo sin responsable alguno. Pasó. Ya está. A olvidarse y a otra cosa. Y no tendría que ser así. Porque se genera un vacío donde la realidad parece demasiado fuerte para explicar. Donde la inseguridad no es sólo una sensación y se tapa con una palabra mágica. Donde la prevención es tema de debate sólo durante una semana, después de algún hecho grave. Donde ya se perdió la capacidad de asombro y nos acostumbramos a ver en la calle, noticieros y diarios, situaciones que no tendrían que ser de todos los días. Pero, lamentablemente, lo son.
Ya no hay negligencias, robos, crímenes, imprudencia. Todo es culpa de nadie y, mientras nadie es responsable, todos nos lamentamos.
A fijarse de ahora en más y a darse cuenta: muchos temas son tratados de manera muy superficial, aunque parezca lo contrario. Hasta la próxima tragedia . . .

Por el bien de todos, que lleguen


“Ellos siguen caminando como si fueran ejércitos de ciegos”. Marchan en silencio, con gritos, con dolor, amor, bronca y esperanza. Todos saben quiénes son y qué piden: los dibujos de las zapatillas de lona y las cintas negras ya los distinguen. Perdieron hijos, hermanos, y seres queridos, pero la fuerza que ganaron y los mantiene en pie es de otro mundo, porque perder a alguien de esa forma tendría que ser historia para otro lugar y no éste.
“Ellos siguen caminando porque casi todo el tiempo les mintieron”. Tantas promesas de justicia y ya pasaron dos años, en los que no se cansaron de luchar y pedir por esas 194 almas.
“Pasa el tiempo ellos nunca tienen miedo”. A veces uno no entiende. ¿Cómo es que lo hacen? ¿Cómo es que se plantan frente a un micrófono y hablan de una vida de 15 años que fue interrumpida de esa forma, tan cruel como injusta? El temor los invade solamente al pensar en que esas vidas todavía no descansan en paz.
“Herida que hace gritar”. Y por supuesto que tienen que gritar, aunque a ellos no los representan ni simbolizan los huevos y verduras arrojadas, o los insultos a un juez o a un jefe de gobierno. Algunos se equivocaron al amenazar públicamente a funcionarios, pero lejos de apaciguar ese dolor tan profundo, la sociedad y las autoridades nacionales siguen haciendo a un lado a ese grupo de “manifestantes”, quienes al haber recibido sólo frustración en decisiones que los alejaban de la verdad, se envolvieron en bronca para pedir por favor por atención y resguardo. Es tarea de todos que no se sientan solos, como esos chicos aquella noche.
“Revolviendo la basura y los recuerdos”. Las mesas familiares tienen una silla menos, las cenas de fin de año sentirán ese vacío que solía llenar la alegría de aquellos adolescentes y jóvenes. La imagen de esos padres que jamás pensaron estar en semejante situación, no se manchará muy fácil: parecía que caían pero no era basura lo que revolvían sino que era lo que se buscaba que hicieran. Pero ellos siguieron con su costumbre de levantarse, con esa fuerza de voluntad para caminar y exigir, aún bajo la lluvia. Podría pensarse que estaban de luto, pero se contraponían las sonrisas en las fotos que llevaban colgando.
“Ellos siguen caminando, ya van a llegar”. A dos años de la muerte de esos 194 chicos en República Cromañón, los familiares y sobrevivientes buscan paz y verdad, que obtendrán a través de la justicia. Obvio que van a llegar, porque su dolor es tan grande como ese deseo inevitable para que los que ya no están sean recordados como debe ser.

-Los textuales corresponden a “Postal”, la canción del grupo Kapanga-


-Este es un texto que mandé al diario La Nación, en diciembre de 2006, en homenaje a todos los que sufrieron la pérdida de un ser querido ese día. Aprovecho este espacio para publicarlo, pero ése nunca fue el objetivo principal. EL OBJETIVO TIENE QUE SER SIEMPRE EL MISMO: "NO OLVIDAR". -

BIENVENIDOS

Hola ¿cómo les va? Les habla Guido Díaz Vélez, tengo 23 años y soy estudiante de periodismo. Dejo la razón por la cual le puse el nombre al blog.
Voy a subir cosas que me parezcan interesantes. Espero que les guste . . .

Aún queda

Cuando el silencio es fuerte y lo podés escuchar. Si la tarde ya oscurece no dejés que el frío pueda más. Algún día te darás cuenta que el amor es real. Cuando uno puede dar por alguien lo que nunca pensó dar. Aún queda un poco más. Aún queda algo que hacer. Si ves que no consigo hablarte. Sólo queda ir más allá. ¿Para qué volver atrás? No des mil cosas en que pensar. ¿Por qué todo es siempre así? Pasá a verme, nena, estoy tan mal. Aún queda mucho de que hablar. Aún queda un poco más. Aún queda algo que hacer. Hay un puente siempre por cruzar. Sólo queda ir más allá. ¿Para qué volver atrás? Aquí estoy. Si podemos estar bien, vamos, amame una vez más. Todo volverá a empezar. Aún queda mucho de que hablar.

- Tema de Blues Motel -
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