sábado, 8 de septiembre de 2007

El verdadero gen argentino


Inventaron la palabra kirchnerista, menemista, duhaldista. Hace unos días se pudo leer una nueva: delasotista.
Si existen todas esas, ¿por qué la gente se olvida de uno de los pocos políticos o personajes de la historia argentina que realmente nos representó y todavía representa?

En homenaje al mejor presidente que tuvo este país, desde este blog se propone un nuevo término, que sí vale la pena tener en cuenta: ILLIAISTA



Fragmento del monólogo que Tato Bores hizo el 9 de septiembre de 1990 en su programa:

La cuestión es que en el año '63 le tocó el turno de vuelta a un presidente constitucional y apareció Don Arturo Umberto Illia, uno de los pocos cordobeses nacidos en Pergamino que se conocen. Don Arturo Umberto Illia nombró como Ministro de Economía a Don Eugenio Blasco, que muere en el cargo y entonces mi gran amigo Juan Carlos Pugliese asume como Ministro de Economía -empieza, mejor dicho, su carrera como Ministro de Economía suplente en todos los gabinetes radicales -. Pero como las cosas buenas duran poco tiempo, antes de cumplir los tres años los muchachos de la (haciendo el signo de una insignia militar en el hombro izquierdo con los dedos índice y mayor de la mano derecha) viñeta le dan el raje a Don Arturo Umberto Illia y designan, en elecciones limpias, y por u-na-ni-mi-dad - 3 votos - a Don Juan Carlos Onganía.

El hecho de que Don Juan Carlos Onganía en la época del enfrentamiento entre azules y colorados haya sido azul - y legalista - y después se convirtió en golpista - y de hecho, colorado - es porque a veces, la gente, des-ti-ñe.

La cuestión es que a Don Arturo lo rajaron porque decían que era muy lento, que era una tortuga. Ahí tuvimos un cacho la culpa todos porque los sindicatos, la C.G.T. le tiraba tortugas en Plaza de Mayo, los medios en contra, los periodistas en contra, los humoristas le hacíamos chistes - éramos una manga de boludos que pa' que' le vía' contar -; porque el problema no era que Don Illia era lento: el problema es que los que vinieron después fueron... fueron rápidos, y fuimos derecho pal' cara...melo, fuimos, pero bah, ¡pero rápido!

Claro, no todo fue negrura en aquellos años porque en el '66 hubo avances: porque después de la "NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS" cerraron todas las facultades y entonces todos los investigadores, científicos, matemáticos, laburantes de las neuronas, avanzaron: avanzaron hacia la frontera y se las tomaron y no volvieron nunca más. Después, apareció algún premio Nóbel que volvió: a saludar a la familia y ¡se las volvió a tomar, total...!

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